Pese al amargo empate con Independiente, es innegable que Atlético ha levantado su nivel en los últimos partidos. Aún cuando todavía no ha podido ganar en la Copa de la Liga. Desde la llegada de Facundo Sava, el equipo comenzó a mejorar; lo marcan tanto las estadísticas como las miradas subjetivas.
Y esto repercute, también, en el armado del equipo. El DT, desde su llegada, mantiene una idea clara en relación a los nombres, algo que ha modificado poco. En los últimos tres partidos, donde cosechó dos empates (2-2 ante Independiente Rivadavia y el 1-1 ante Independiente) y una victoria (4-0 sobre Defensores de Belgrano, por Copa Argentina), repitió el mismo “11”.
En sus dos primeros partidos, el “Colorado” apostó a no retocar demasiado el equipo que utilizó Diego Barrado durante su breve interinato. De hecho, casi todas las modificaciones tuvieron motivos de “fuerza mayor”: no tuvo a Nicolás Romero, que atravesaba un cuadro gripal, por lo que debió cederle la titularidad a Gonzalo Paz, y le devolvió el lugar a Joaquín Pereyra (en lugar de Renzo Tesuri), que con Barrado no jugó por su finalmente frustrada salida al fútbol estadounidense. Si se quiere, el único cambio por decisión propia, fue el ingreso de Nicolás Castro por Adrián Sánchez en la mitad de la cancha.
Sin embargo, tras dos duras derrotas, el DT decidió meter mano en el equipo. Desde el duelo con Independiente Rivadavia, por la fecha 11 de la Copa de la Liga, Juan Infante pasó a ser titular en lugar de Matías Orihuela; Sánchez y Tesuri recuperaron sus puestos, relegando a Castro y Pereyra; y Mateo Bajamich se metió en la delantera, ocupando el lugar de Mateo Coronel.
Con ese “11”, el “decano” comenzó ganando su partido ante la “lepra” mendocina, algo que no había logrado en todo el torneo. Y pese al amargo empate obtenido en el José Fierro, Sava apostó por los mismos jugadores para la Copa Argentina, y le respondieron con creces. Por eso, volvió a repetir formación ante Independiente, donde el equipo volvió a mostrarse sólido, superior al rival, y estuvo a minutos del triunfo.
Desde que volvió a Primera, solamente en seis oportunidades Atlético había repetido titulares en tres partidos consecutivos; y hasta ahora, nunca lo hizo en cuatro partidos al hilo algo que muy probablemente Sava cambie el próximo domingo, ya que hay grandes chances de que le renueve confianza a sus titulares.
¿Hay razones para creer que, pese a la falta de triunfos, Sava encontró su equipo ideal? Sí. Como se mencionó anteriormente el equipo mejoró; es cierto, todavía no brilla, pero se ve un Atlético más ordenado que con la dupla, y con intenciones más claras. Aún cuando a veces parezca suicida (en Córdoba fue un error), el equipo sale a ganar en todas las canchas, tratando de ser protagonista.
En cuanto a los nombres, hay también mérito del DT. Orihuela no venía jugando en un buen nivel y pese al tiempo que lleva ya en Atlético, el ingreso de Infante refrescó el lateral izquierdo. El ex Platense se amoldó rápidamente, mostrándose firme en defensa, y también muy punzante en ataque. De hecho, fue clave en el gol de Bajamich ante Independiente. Justamente, el ingreso del cordobés en lugar de Coronel también fue una decisión acertada del entrenador. En tres titularidades, desde la llegada de Sava, lleva dos goles, que son consecuencia del buen nivel que viene mostrando, a pura potencia y movilidad en el ataque.
También fue importante el regreso de Sánchez a la mitad de la cancha. Es indudable que su tándem con Acosta es el mejor que puede encontrar el DT en esa zona. Ambos se complementan de gran manera, y fueron, de lo mejor del equipo en los últimos partidos, con grandes rendimientos individuales.
¿Los puntos más flojos? Por un lado, el arco. Pese a que en el último partido tuvo algunas buenas intervenciones, José Devecchi todavía no ha podido asentarse completamente, ni transmitir la seguridad que el equipo necesita, y que él mismo supo demostrar en sus anteriores clubes. Otro jugador en bajo nivel es Marcelo Estigarribia, que pese a que se sacó la mufa ante Defensores de Belgrano, está siendo muy poco preciso en los metros finales, y no aporta tanto al equipo como lo supo hacer el año pasado. Aún así, el DT viene respetando sus lugares en el “11”, tratando de brindarles confianza. Lo mismo con Tesuri, que suele alternar buenas y malas, aunque su funcionalidad para el equipo, por su ida y vuelta continuo e incansable, parece garantizarle un lugar en el equipo.
Lo cierto es que, todavía con la deuda en los resultados, Sava empezó a torcer la historia en Atlético, al menos en cuanto al juego. Y encontró, claramente, lo que sería su “11” ideal, al menos para el momento que atraviesa el “decano”. El desafío, ahora, es lograr que ese grupo de jugadores a los que les está renovando la confianza partido tras partido pueda obtener los resultados que le permitan respaldar, y justificar, sus decisiones. Y así, claro, empezar a cambiar el turbio presente deportivo que atraviesa el club de 25 de Mayo y Chile.